Mansion Shibuya

Al girar la esquina me encontré frente a la enorme y exuberante mansión (vaya... des de luego no les falta nada de dinero...). Después de contemplarla unos segundos, para no llamar demasiado la atención, entre en el primer callejón que encontré al otro lado de la calle, y me quedé contemplando cada detalle de la mansión oculto entre las sombras.
Al parecer había subestimado la guardia la primer vez que había pasado pero delante (puede que estuvieran con el cambio de guardia o que simplemente no hubiera reparado en todos los guardias). Aquello iba a ser más difícil de lo que creía en un principio. Pero nada era imposible.

Tras un par de horas contemplando la rutina de los guardias me acerqué al más joven (que me había parecido el más simpático después de haberme fijado en todos y cada uno de ellos), y con un semblante serio y con voz autoritaria me dirigí a él, al tiempo que invocaba el libro del inframundo.

- Disculpe, es esta la mansión Sibuya, y usted uno de sus guardias? - y como si aquello fuera lo más evidente, y sin esperar respuesta seguí hablando - Vera, soy miembro del gremio de magos Phantom Lord, y estamos investigando la desaparición de uno de nuestros miembros. Al parecer ha desertado del gremio, y se dedica al asesinato indiscriminado por placer. Sus ultimas víctimas fueron de casas nobles, por lo que sospechamos que podría haber estado actuando en su mansión.
Debería informarme de si ha fallecido algún miembro de la familia o el servicio en las últimas semanas, incluso si murió un guardia. Cualquier persona que tuviera actividades frecuentes en la mansión.

Con esas palabras puse una mano encima del libro que flotaba delante de mí (del cual no dejaban de surgir susurros agónicos) y esperé una respuesta con el semblante de lo más serio y preocupado, como si de su respuesta dependiera la vida de centenares de personas.

Con un poco de suerte habría muerto alguien (en una mansión de aquella magnitud debía haber por lo menos un contener de individuos entre sirvientes, guardias y miembros de la familia), así que una vez obtuviera un nombre solo necesitaría buscarlo en los registros del inframundo, y entonces dispondría de la suficiente información como para poder seguir investigando por mi cuenta.

- Did.... di... disculpe señor ... pero no estoy autorizado para decir nada. El joven guardia se encontraba nervioso, paso un trago de saliva por su traquea para tratar de seguir hablando. - Si ... gusta puedo llevarle con mi oficial a mando a el le podra preguntar y le respondera con certesa. El Joven guardia le señalo la caseta principal de seguridad mientras en su mano portaba un arma magica.

Me fastidió un poco que el guardia no me contestara, pero ya había empezado con aquello, así que no me quedaba más que proseguir con la farsa. Puse cara de contrariado, y con tono severo le respondí.

- Que no estáis autorizado a decir nada?? Es algo que no me interesa en absoluto! Necesito saber esos datos para su seguridad y la de todos los habitantes de esta ciudad! En fin, dejémonos de estupideces. Si tu oficial al mando puede responder a mis preguntas llévame ante él.

Con eso, esperé a que el guardia se encaminara hacia la caseta de la guardia, y le seguí con paso decidido, esperando que el oficial pudiera darme la información que necesitaba (mucho más útil de lo que probablemente creería).

Al oir los gritos el Joven guardia solo apuro el paso hasta llegar a la caseta donde seguramente le seguia el mago. De esta salio un tipo mal encarado que fumaba un cigarrillo y su apariencia le hacia notar como una persona de gran respeto - Que quieres informacion... dime y tal vez te pueda decir algo mago. El sargento dio una fuerte bocanada a su cigarrillo terminandoselo de golpe y tirando al suelo la colilla para despues dejar salir el humo por sus fosas nasales.

Me dirigí respetuosamente al oficial, ignorando ya por completo al incompetente guardia.

- Así es señor, como le comenté a su subordinado, necesitaría saber si alguien ha muerto recientemente de entre los habitantes de la casa. Debería comprobar el nombre para asegurarme de que no fueron victimas de un mago oscuro. Tras la comprobación, volveré a dejarles que sigan con su vigilancia y sus quehaceres.

Tras eso, espero que este guardia sí pueda darme la información sobre los posibles muertos.

- Muertos de la familia solo la abuela pero ha muerto por causas naturales, pero eso es algo que todos saben, salio en todos los periodicos. El sargento tomo un cigarrillo de una cajetilla el cual prendio inmediatamente. - Muertos de asesinatos por otro lado es imposible el protector de la familia es demasiado fuerte, así que gracias por su preocupacion pero no creo que nadie se acerque a este lugar. El sargento entro a la caseta mientras el joven guarida regresaba a su rutina normal.

Mantuve el semblante serio y preocupado, como si aquello no ayudara en nada a mi "supuesta investigación", entonces pasé un par de paginas del libro, murmuré algo para mi, y volví a dirigirme al oficial.

- En tal caso le agradezco su tiempo. Ahora, si me disculpan... tengo diversas casas que comprobar.

Y entonces dí media vuelta, y recorrí de nuevo el trecho por el que me había acompañado el primer guardia. Una vez fuera de la mansión, me dirigí calle abajo un par de manzanas, sin llegar a perder de vista la mansión, y entré en un callejón secundario.
Una vez fuera de la calle principal, y apartado de miradas perspicaces, busqué en el registro el nombre de la anciana Shibuya recién fallecida, y empecé el interrogatorio.

- Bien anciana, necesito saber varias cosas, y las necesito saber con brevedad y precisión.
En primer lugar, quien es el mago que se encarga de defender la casa. Como están distribuidas las vigilancias de la parte interior de la mansión, y donde está el despacho o sala de trofeos en el que guardan la Katana de la familia Bujido.

Una vez obtenidas estas respuestas (o todo lo referente a estas preguntas que sepa la anciana), sigo interrogándola, obligandola a decirme todo lo demás que sepa sobre la guardia, la vigilancia, y la o las posibles protecciones adicionales de las que dispone la espada.

Las respuestas en el libro se escribieron:

- El mago es Terry Wave, Dragon Slayer.

- divididas en grupo de 5 soldados por sector con perros entrenados para la busqueda, cada 3 horas se cambia la guardia. En caso de ser activada la alarma llegaran 10 soldados mas a defender el sector. Si el enemigo es demasiado peligroso Ira el guardia personal.

- En el salon mas alejado, su puerta es la unica que no es de madera.